SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La presencia de nacionales haitianos en el país se ha multiplicado, lo que conlleva a que los dominicanos que venden en el denominado Pequeño Haití sean desplazados en sus negocios.
Rostros de tristeza, y preocupación es lo que captan los lentes de las cámaras en el pequeño Haití. Esta zona de comercio pasa por una de las peores crisis y deterioro de su entorno. Este fenómeno se produce después del terremoto que destruyó a ese país caribeño el 12 de enero pasado.
Los haitianos dicen que desplazan a sus propios compatriotas de la plaza comercial, lo que ha provocado que los vendedores hagan lo que sea para ganarse la vida, incluso se trasladan al mercado de las pulgas para poder cuadrar.
En tanto que las haitianas, como Ester Petty, se quejan de las autoridades que le impiden buscarse la vida en cualquier actividad.
Los montones de basura dificultan la higiene y se convierte caldo de cultivo para incrementar las enfermedades.
Vender en el Pequeño Haití es difícil, los integrantes de esta plaza dicen que la falta de circulante aísla la demanda de cliente. Esta zona gran presencia haitiana, se ha reducido en cuanto a demanda, los clientes huyen al hacinamiento y los malos olores.
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