jueves, 10 de febrero de 2011

Anuncian quiebra de 36 ferreterías

Todas están en el Cibao y su fracaso se atribuye a la inestabilidad ecónomicas del país SANTIAGO. Un total de 36 ferreterías han quebrado en la región del Cibao en los últimos meses como consecuencia de la inestabilidad económica que prevalece en el país.

Así lo dio a conocer el presidente de la Asociación de Ferreteros del Cibao (ADEFECI) Prisciliano Núñez, quien atribuyó la situación a varios factores económicos adversos.

Entre estos citó la falta de circulante, las alzas consecutivas de los combustibles, energía eléctrica y altos costos de los repuestos y materiales construcción “lo que ha llevado a ese sector a una situación muy difícil”.

Las declaraciones de Núñez se produjeron en el acto en que directivos de la entidad depositaron una ofrenda floral en la estatua del patricio Juan Pablo Duarte con motivo del 36 aniversario de la fundación del gremio de ferreteros.

Aseguró que a esto se suma “la mala distribución del presupuesto nacional, pues el gobierno no se ha dignado a realizar ninguna infraestructura de importancia en nuestra provincia, como son los elevados de la ciudad, para descongestionar el tránsito”.

Se quejó también de que el gobierno no impulsa proyectos de viviendas para clases media y baja, vías de comunicación y puentes en las comunidades suburbanas, así como la falta de apoyo a las zonas francas que son medios de crear empleos de calidad.

“En nuestra provincia va creciendo el estado de delincuencia a un nivel que nadie se siente seguro y los que dirigen las instituciones públicas se tragan el presupuesto, sin que lleguen a los que pagamos los impuestos religiosamente, para que el dinero del pueblo no se que en el bolsillo de unos pocos”, precisó.

Núñez propuso que se mejoren los sueldos de los servidores públicos y que todo el que ocupe un cargo dirigencial declare sus bienes y periódicamente se les dé seguimiento, para determinar el grado de seriedad.

Manifestó que no es posible que puñados de hombres se queden con el dinero del pueblo, mientras la mayoría vive en pobreza extrema.

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