domingo, 29 de mayo de 2011

Partidos conservan el clientelismo trujillista

VEN ORGANIZACIONES POLÍTICAS HAN RETROALIMENTADO PRÁCTICAS DE "LA ERA"
Santo Domingo

La matriz que ha conducido políticamente al Estado es similar a la que operó en la era del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina desde que fue abatido el 30 de mayo de 1961, porque los partidos políticos se dirigen con el modelo de clientelismo que funcionó en el Partido Dominicano.

Así lo sostiene Luis Gómez Pérez, catedrático de derecho y director del Programa de Extensión Cívica de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quien además considera que el avance democrático y aporte de los partidos políticos ha sido muy poco en la historia post trujillista.

Para el historiador Franklin Franco, la dictadura de Trujillo no creó un sistema ideológico nuevo, sino que recogió y dio un nuevo revestimiento a un conjunto de ideas y creencias ya arraigadas en el seno de la población, muchas de las cuales procedían de la época colonial esclavista, y que luego del dictador han sido retroalimentadas como políticas de Estado expresadas en el nacionalismo y el racismo.

Gómez Pérez, quien formó parte de las fuerzas constitucionalistas que comandó el coronel Francisco Alberto Caamaño de Deñó, precisa que la matriz de la dirección política en la actualidad es similar a la de Trujillo debido al presidencialismo (el predominio del Poder Ejecutivo sobre los demás poderes del Estado).

“Lo malo de Trujillo no está solo en que mataba, es que cercenó la soberanía popular, el sentido de la representación política porque cuando alguien del Partido Dominicano era elegido diputado o senador, dejaba firmada su renuncia cuando le entregaban el certificado”, apunta. El catedrático califica el presidencialismo como un hijo de la Monarquía, contra la que surgió el republicanismo como doctrina que aboga por el Estado de Derecho en lugar del Estado Absolutista.

A su entender, el único gobierno realmente republicano que ha tenido este país fue el de Juan Bosch en 1963, porque aunque tenía elementos autocráticos, en su accionar fue todo lo contrario porque respetó los conceptos que describen a la República, como el que indica que la ciudadanía puede hacer todo lo que no está prohibido y el presidente solo puede hacer lo que le permiten la Constitución y las leyes.

Argumenta que el sujeto, que es el pueblo dominicano, está ausente de esta República porque a su entender la autocracia es una cultura acendrada en los dominicanos que viene desde el hogar, debido a que los padres practican la autocracia contra sus hijos.

Deplora que en los partidos haya desaparecido la filosofía política de la actividad pública, máxime cuando el ideal trinitario con el que surgió la República Dominicana fuera aniquilado por lo que denomina como el credo hatero autocrático.

Gómez Pérez esboza que los valores de la República, igualdad, libertad, justicia dignidad y solidaridad, así como el principio de la alternabilidad, surgieron peleando contra la Monarquía.

“En la República el presidente es un subordinado a los ciudadanos y a las leyes”, enfatiza.

"Ideología" de Trujillo
Franco afirma que lo más novedoso que exhibió la dictadura de Trujillo en el plano ideológico fue la nueva cobertura interpretativa que ofreció la intelectualidad que acompañó al tirano en las viejas ideas.

También la forma sistemática en que tales concepciones fueron transmitidas al pueblo, sobre todo a la juventud, mediante el sistema educativo y los medios de comunicación, bajo los controles absolutos de ese gobierno.

“Pero también mediante la coerción metódica, e incluso, la represión y el terror”, dice.

Franco señala que esas ideas y creencias que sirvieron de premisa al trujillismo fueron elaboradas y difundidas desde el poder originalmente por el sector pensante de la oligarquía dominicana, que ha mantenido el dominio del poder político del país desde el 1844.

“De lo anterior se desprende, en tal virtud, que el gobierno de Trujillo estableció y justificó su poder, durante 31 años, sobre la base de reinterpretaciones de viejas ideas, pero adaptándolos a la época y las características despóticas de su régimen”, destaca.

Aclara que el conjunto de intelectuales que reunió Trujillo a su alrededor y “en cuya complicidad gobernó, enriqueció esas viejas concepciones ideológicas con nuevas interpretaciones históricas, moldeadas con falsedades, pero pulidas con esmero para justificar la permanencia de la dictadura de Trujillo”.

Franco narra que después del golpe que derribó a Horacio Vásquez en el año 1930, fueron efectuadas elecciones nacionales en las que Trujillo fue postulado en un proceso comicial “escandalosamente violento y fraudulento, pero que “legalizó” su ascenso a la Presidencia de la República.

Argumenta que en ese proceso comicial, los grupos intelectuales y políticos que postularon a Trujillo como candidato a la Presidencia de la República en la boleta electoral denominada “Confederación de partidos”, copiaron casi por completo el programa elaborado por Américo Lugo para su Partido Nacionalista, y lo enarbolaron como bandera de campaña.

El historiador precisa que ese programa recogía aspectos reivindicativos nacionalistas de avanzada y fue presentado en esas elecciones para ofrecerle a Trujillo una cobertura ideológica nacionalista y progresista.

Entre los puntos que el programa prometía cumplir destaca la no reelección presidencial, leyes de protección para los obreros, protección a la industria nacional para salvarla de la competencia extranjera, proteger la agricultura, autonomía para la Universidad Santo Domingo y las escuelas secundarias, autonomía municipal y honestidad en la administración de los fondos públicos.

Estado de enajenación
Explica Franco que el nacionalismo recreado por los intelectuales al servicio de Trujillo contenía ideas anticientíficas que fueron inculcadas a los dominicanos por medio del sistema educativo y los medios de comunicación, y con el paso de los años originaron un estado de enajenación, mediante el cual el dominicano perdió su identidad nacional, creando en cambio una admiración irresistible hacia todo lo extranjero (naturalmente, menos a lo haitiano).

(+)
LOS PARTIDOS QUE HAN GOBERNADO EL PAÍS

EL PRSC
JOAQUÍN BALAGUER

El Partido Reformista fue fundado en 1964 por el fenecido ex presidente Joaquín Balaguer y participó por primera vez en los comicios de junio de 1966.

EL PLD
PROFESOR JUAN BOSCH

El Partido de la Liberación Dominciana (PLD), fundado en 1973, es uno de los tres grandes partidos, junto al PRD y el PRSC, que ha gobernado el país luego de Trujillo.

SISTEMA
HIJO DE LA MONARQUÍA

Para Luis Gómez Pérez el presidencialismo que existe en el país es un hijo de la monarquía que impide el funcionamiento de un verdadedo sistema de república democrática.

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