SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La manifiesta inatención de Amnistía Internacional de esclarecer las circunstancias en que se produjo la desaparición del dirigente popular Juan Almonte ha despertado la esperanza en sus parientes y allegados de que se hará justicia en el caso.
Al cumplirse el primer año de la detención de Almonte, implicado en el secuestro del joven Baldera Gómez en Nagua, la señora Ana Josefa Montilla y el licenciado Genaro Rincón, esposa del desaparecido y abogado de la familia respectivamente, proclamaron que el caso será llevado hasta las últimas consecuencias para que los culpables del hecho no queden en la impunidad.
Entrevistados en el programa El Despertador del grupo Noticias SIN, la señora Montilla y el licenciado Rincón defendieron la trayectoria ciudadana de Almonte, por lo que no le encuentran explicación a la represión policial desatada en su contra.
La señora Montilla, quien al ocurrir el hecho estaba en el extranjero, deploró que pese a que según dijo su esposo dedicó su vida a servir a la comunidad en organizaciones sociales y religiosas, “se le ha querido presentar como un vulgar delincuente”.
Refirió que el 28 de septiembre del año pasado, día de la desaparición de su cónyuge, éste se levantó de su casa y acudió a la oficina donde trabajaba en la calle Padre Pina número 4, como de costumbre, entre las 9:30 y las 10:00 de la mañana, pero que “entre once y media y doce desapareció”, atrás salir a comprar frutas donde habitualmente lo hacía.
“Tengo un testigo que estaba en la esquina, porque él siempre paraba su guagua en una esquina, y él dice que él iba caminando, y él iba de lo más normal y le dijo Almonte cómo tú estás y él dijo aquí bien, voy a comprar algo allí, y él siguió caminando, se paró un vehículo donde iban cuatro personas según él dijo y le dijeron algo lo montaron y se fueron y desde ese día nunca se supo anda, ninguna llamada”, dijo la señora Montilla.
Relata fue el 5 de octubre cuando una hermana de Almonte recibió una llamada de que había sacado una persona muy golpeada y que podría tratarse del desaparecido, lo que motivó a la familia a recorrer varios hospitales en su búsqueda sin encontrar ninguna información valedera.
Montilla dijo que esa es la situación de incertidumbre en que se han mantenido hasta el día de hoy.
De su lado, el abogado Rincón sostuvo que la detención y desaparición de Almonte se produjo en represalia por su lucha política dentro del grupo revolucionario al que pertenecía.
Atribuyó la desaparición de Almote a la pasada jefatura policial de Rafael Guillermo Guzmán Fermín, de quien dijo que al interrogarlo le llamó charlatán, recibiendo como respuesta del detenido que era más serio que el jefe policial. Ante la actitud de Almonte, Guzmán Fermín habría ripostado con un batazo en la cabeza del detenido.
La esposa de Almonte y el abogado de la familia se mostraron confiado en que con el esfuerzo de Amnistía Internacional y los sectores que lucha por los Derechos Humanos en el país, la desaparición será aclarada y los autores deberán ser procesados en los tribunales
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