jueves, 9 de diciembre de 2010

La mitad de Latinoamérica cree que la corrupción ha empeorado con la crisis

Juan Palop | EFE
Berlín
Uno de cada dos latinoamericanos considera que la corrupción ha arreciado en los últimos tres años en su país a causa de la crisis financiera mundial, según el Barómetro Global de la Corrupción 2010, publicado hoy por la ONG Transparencia Internacional (TI).

Suramérica destaca no obstante como una de las regiones donde menos ciudadanos consideran que estos delitos han aumentado desde 2008, junto a la región Asia-Pacífico y las repúblicas ex soviéticas, apunta esta encuesta mundial.

Además, un 37 por ciento de los encuestados en América Latina manifiesta que la corrupción no ha cambiado y un 11 por ciento advierte una disminución.

En comparación, el promedio global de las personas que creen que la corrupción se ha incrementado en sus respectivas naciones se sitúa en el 56 por ciento, y en Europa y Norteamérica un 73 por ciento y un 67 por ciento, respectivamente, considera que este tipo de delitos económicos ha repuntado.

"La crisis financiera continúa afectando a la opinión de la gente sobre la corrupción, especialmente en Europa y en Norteamérica", aseguró la presidenta de TI, Huguette Labelle, en un comunicado.

Los países latinoamericanos donde más se ha extendido la corrupción en los últimos años a ojos de su ciudadanía son Venezuela, donde un 86 por ciento responden que ha aumentado, Perú (79 por ciento), México (75), Brasil (64) y Argentina (62).

Las naciones sudamericanas mejor situadas en este estudio son Bolivia, donde un 46 por ciento apuntan que la corrupción ha crecido, El Salvador (48 por ciento), Chile (53) y Colombia (56).

En el ámbito internacional, los países en los que sus ciudadanos perciben que la corrupción más ha empeorado son Senegal (88 por ciento), Rumanía (87), Venezuela (86), Papúa Nueva Guinea (85), Portugal (83), Perú (79) y Pakistán e Irak (77).

En el extremo contrario, las naciones y territorios que más han avanzado hacia la transparencia, según sus propios ciudadanos e independientemente de su posición de partida, son Georgia (donde un 78 por ciento considera que ha caído la corrupción), Palestina (59 por ciento), Fiji y Sierra Leona (53) y Kenia (48).

En España, un 73 por ciento de los encuestados considera que la corrupción se ha extendido en este período, frente al 24 por ciento que mantiene que sigue constante y el escaso 3 por ciento que cree que se ha reducido.

Este estudio, distinto al Índice de Percepción de la Corrupción que también publica con carácter anual TI, no clasifica a los países en un ránking único, sino que tiene un enfoque temático y que en esta edición se centra en la percepción ciudadana sobre la transparencia de las instituciones públicas.

La ONG alemana tacha de "triste" que a nivel global ocho de cada diez encuestados consideren que los partidos políticos son "corruptos" o "extremadamente corruptos", seguidos en falta de transparencia por el funcionariado y los órganos legislativos nacionales.

En el conjunto de América Latina, las instituciones percibidas como más corruptas son los partidos, con un 4,0 sobre un máximo de cinco puntos, el sistema judicial (3,8), el parlamento y los funcionarios (3,7), el sector privado (3,5) y la policía (3,3).

No obstante, destaca que la fuerte percepción de corrupción que pesa sobre los partidos políticos en El Salvador (4,4), la justicia peruana (4,4), la policía venezolana (4,4) y la policía y los políticos mexicanos (4,4).

Además, un 32 por ciento de los latinoamericanos encuestados considera que la acción gubernamental contra la corrupción es "inefectiva" -frente al 50 por ciento a nivel global- y un 40 por ciento la califica de "efectiva".

No obstante, siete de cada diez encuestados a nivel mundial aseguran que denunciarían un caso de corrupción, un porcentaje que se reduce al 50 por ciento en el caso de ser víctimas personales de un delito económico de este tipo.

"El mensaje de este Barómetro de 2010 es que la corrupción es insidiosa. Hace a la gente perder la fe. La buena noticia es que la gente está dispuesta a actuar", aseguró Labelle.

Para poner coto a la corrupción, la presidenta de TI apostó por mejorar la protección de los ciudadanos que se atreven a denunciar, por implicar a la población y por ampliar la información a la que puede acceder la ciudadanía.

Asimismo, Labelle abogó por que los gobiernos de todo el mundo "muestren su resolución y se esfuercen por restaurar el buen gobierno y la confianza" de sus ciudadanos en las instituciones públicas.

TI destacó que este Barómetro Global de la Corrupción es el mayor en cobertura de los realizados por la organización hasta la fecha, al incluir las respuestas de más de 91.000 personas de 86 países (8.500 encuestados de nueve países latinoamericanos).EL PROMEDIO GLOBAL DE QUIENES CREEN QUE LA CORRUPCIÓN SE HA INCREMENTADO EN SUS NACIONES SE SITÚA EN EL 56%

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